martes, 30 de septiembre de 2014

MI HIJO VA A ESTUDIAR LATÍN Y GRIEGO



Sí, caballero, no se asombre, existe en la ESO una opción en la que se estudia Latín y otra en Bachillerato en la que se estudia Latín y Griego. La cosa no ha cambiado mucho desde que usted estudiaba. No sé si se acuerda, pero en sus tiempos también se estudiaba Latín y Griego en 2º por lo menos, 3º de BUP y COU, a no ser que usted dejara de estudiar con la EGB o estudiara Formación Profesional.
Y sí, caballero, se sigue dando Latín igual que se sigue dando Matemáticas, Ciencias de la Naturaleza, Sociales,... ¡Y que no cambie!. Pienso modestamente que en la actualidad la educación se está volviendo demasiado utilitarista y propensa al adiestramiento técnico en detrimento de una formación integral, moral, intelectual y critica que les sirva a nuestros hijos para tener mejores herramientas para razonar, elegir, distinguir, madurar, trabajar en equipo,... en un futuro. Creo que piensa usted igual que yo cuando sospechamos que “los de arriba” quieren jóvenes borregos y autómatas...
Pero usted dirá: ya, pero es que el Latín...¡el Griego! Mi hijo no va a aprender esas lenguas que ya no se hablan...¡Error! Permítame que le conteste con todo el respeto del mundo: no se estudia el Latín y el Griego para que se hablen (aunque también es verdad que el Italiano y el Griego moderno no suponen mucho esfuerzo aprenderlos para el que se ha iniciado con las lenguas clásicas). Se estudian estas lenguas por lo que de base utilísima suponen para un gran número de estudios (y no le voy a avasallar con no pocas opiniones de científicos que les gustaría que en Medicina, Biología y otras disciplinas similares se estudiaran estos idiomas, ya que lamentablemente en nuestro plan de estudios ya no se plantea esta posibilidad de estudiar Griego y hacer Medicina).
Me centraré en aquellos grados universitarios en los que estas asignaturas ponderan 0'2 (si no entiende esto último pregúntele a su hijo) y resultan una opción viable de estudio para su hijo:
Por supuesto que si su hijo quiere ser maestro, va a necesitar una formación lingüística extraordinaria que le permita profundizar en el lenguaje castellano para saber y saber transmitir a los pequeños la importancia de la lengua castellana.
Por supuesto que si su hijo quiere estudiar Derecho, va a necesitar un estudio profundo del Derecho Romano, base del derecho actual.
Por supuesto que si su hijo quiere estudiar Periodismo, el estudio del Latín y del Griego sería una imprescindible base cultural (artística, política, social, histórica,...).
Por supuesto que si su hijo quiere estudiar idiomas, el estudio del Latín y del Griego servirá como base para el de cualquier lengua romance moderna (Francés, Italiano, Valenciano,...) y para las no romances (Ingles, Alemán,...)
Y así podría seguir con otras muchas carreras: Publicidad, Historia, Filología, Ciencias Políticas,..¡Tranquilo! Si elige Letras, ha elegido bien, estará estudiando algo muy útil y básico para cualquiera de esas disciplinas.
Quizá usted en su época no llegara a profundizar en el Latín...Puede ser...Quizá no le viera la gracia a eso de las declinaciones, pero en el trasfondo de todo eso subyace una cultura que todavía apenas ha evolucionado. La lengua castellana, que es la 3º mas hablada en todo el mundo, proviene en un 90% del Latín.
Me permito la licencia de plantearle una pequeña reflexión. Sí, a usted: ¿Se ha fijado en los días de la semana, en los meses, en las constelaciones, en el origen de las Olimpiadas, en las raíces de su religión, en los géneros literarios que ve en la literatura y en el cine, en su propia forma de pensar acerca del alma, de su inmortalidad, del cielo, del infierno? En efecto todo eso sigue un patrón y es el clásico. ¿Se ha fijado en los rasgos de la estética occidental, en su política, en el senado, en la democracia, en la arquitectura, en nuestras costumbres? Esto conforma la cultura occidental ¿verdad? pues esta cultura es clásica, recuperada en la Edad Media, actualizada en el Renacimiento y puesta al servicio del hombre en la Ilustración.
Su cultura, la que usted pretende serenamente transmitir a sus hijos, la cultura occidental, con sus aciertos y con sus errores...esa se la debemos a los romanos y a los griegos. ¿Quiere usted que se olvide? ¿O prefiere seguir disfrutando de ella?
Hay otros modos, por supuesto, pero uno de ellos parece obvio: dejemos que nuestros hijos conozcan las raíces de lo que es nuestra cultura actual: conociéndonos podremos progresar. No en vano en el templo de Apolo en Delfos una máxima rezaba: Conócete a ti mismo.